No se registraron movimientos bancarios
desde el momento de su desaparición hasta la fecha. Tampoco en sus
tarjetas de crédito y débito.
En estos más de 3 meses que ya transcurrieron no volvió a tener actividad ni su cuenta de Facebook ni el correo electrónico.
Ahora se espera un informe de
Gendarmería Nacional que se trata de una minuciosa pericia que
determinaría si en el lugar donde explotó el auto ese día había alguna
persona con algún teléfono activado que pueda dar algún dato concreto.
Si bien hubo llamados a familiares y a
fuerzas policiales y judiciales de parte de algunas personas que
aportaban supuestamente datos, ninguno de estos arrojó resultados
positivos lamentablemente.
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