http://www.ieco.clarin.com/economia/produccion-trigo-girasol-igual-volumen_0_1195080782.html
Con la siembra de granos finos, el trigo a la cabeza, ya casi
finalizada, se echan a rodar los números de los principales cultivos de
la gruesa: soja, maíz y girasol. El Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos (USDA), las bolsas, consultoras y productores locales ya
hacen sus proyecciones.
Más o menos dentro de lo que se esperaba, el USDA ya fue sacando sus estimaciones para los principales cultivos de la Argentina. En soja, se prevé un volumen similar al del ciclo 2013/14, entre 54 y 55 millones de toneladas (Brasil nos pasaría el plumero, batiendo su propio récord, con 91 millones de toneladas). En tanto, la cosecha de maíz podría ser mayor que la última, cerca de los 26 millones de toneladas, aunque en el plano local hay quienes difieren
con el USDA y vaticinan una baja en el área sembrada. “En la región
núcleo las encuestas indican una baja del 24% en la superficie de maíz
de primera y un 13% menos del tardío respecto al año anterior. En campos
arrendados, sólo se produciría maíz para cumplir con el contrato. Por
costos, prevalece la opción de soja”, dicen desde la Guía Estratégica
para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario. Y agregan: “Sobre los
suelos de menor calidad los márgenes no cierran si se produce bajo
alquiler, por lo que podrían quedar lotes fuera de producción”.
El trigo, siempre según el USDA, se ubicaría para arriba, con 12,5 millones de toneladas, un 19% más
que en el ciclo que recién finaliza. Desde la Bolsa de Rosario,
estiman que se llegará a una superficie total de 4.400.000 hectáreas,
siendo el avance de siembra del 93% a la fecha. En girasol, la producción rondaría los 2,9 millones de toneladas, una trepada de un 50%, después de haber tocado piso en el ciclo 2013/2014 con el volumen más bajo en casi tres décadas.
Dentro de las pálidas,
en el sector se afirma que los resultados del ciclo 2013/14 no alcanzan
para recomponer el capital de trabajo y se encarece el financiamiento
de labores, semillas y agroquímicos; también se amaga con un menor uso
de tecnología. Un relevamiento realizado por los Consorcios Regionales
de Experimentación Agrícola (CREA) arrojó que el 48% de las empresas
encuestadas “estima que deberá financiar más del 40% de los costos
de los cultivos por sembrar”. El estudio afirma que sólo el 9% de las
empresas podrán sembrar exclusivamente con capital propio y que el nivel de financiación promedio es del 39%,
2 puntos por encima de la media de los últimos 3 ciclos. Obviamente, ya
se ha echado a rodar la variada oferta crediticia de los distintos
bancos para financiar la nueva campaña.
“Esta situación de liquidez ajustada cobra mayor visibilidad con otro dato: el 18% de las empresas analizadas mantiene deudas de la campaña 2013/14,
que deberán ser refinanciadas. Los productores más comprometidos son
los ubicados en el noroeste argentino y en el norte de Córdoba”,
subrayan en CREA. Aseguran que las causas de este fenómeno son
varias: aumento de gastos de implantación de los cultivos en dólares,
incremento del costo financiero y alta presión fiscal. Por el lado de
los ingresos, pesan los gravámenes a la exportación y la caída de
precios internacionales. Dicen también que se necesita más dinero para sembrar la misma cantidad de hectáreas
y que hay menos ventas de maquinaria agrícola, reducción del valor de
los arrendamientos, postergación de inversiones y bajas expectativas
sobre el negocio, que repercute en la macroeconomía y en la actividad de
los pueblos. Según el sector, los precios no ayudan y los productores
deberán ajustar sus planteos, de acuerdo a si producen en campos propios o alquilados.
Un informe del instituto IERAL de la Fundación Mediterránea detalla que “la campaña agrícola 2014/15 se proyecta con los márgenes más acotados de los últimos 10 años ”. Y sigue: “Con costos de labores e insumos con pocos cambios medidos en dólares y bajas de entre 17% y 24% en los precios mundiales
(a cosecha) de los granos, se consolida un escenario muy complejo para
los productores agrícolas argentinos”. La situación “se agrava en campos
alejados de los puertos, por la mayor incidencia de fletes y derechos
de exportación sobre la ecuación económica de los productores”, dice el
estudio.
“Todos los márgenes a rindes promedio nacionales dan
quebrantos, por el aumento de costos y la caída de precios de los
commodities agrícolas. El sector ha perdido competitividad y enfrenta un
escenario muy complejo, con caída de valores internacionales, aumento
de los costos de producción, incremento del costo del crédito, mayor
presión impositiva y servicios”, sostiene, por su parte, Ernesto
Ambrosetti, economista jefe de La Rural.
En el caso específico de la soja, ingresarán menos dólares al país:
este año se pierden US$960 millones y se calculan US$3.500 millones
menos en todo el 2015, según los economistas del Banco Ciudad. Hay
quienes la ven aun peor. El ruralista Néstor Roulet habla de una baja de
la oferta de agrodólares cercana a US$5.000 millones.
Para algunos hay algo mucho más shockeante
que un nuevo episodio de cesación de pagos: “es que la principal
actividad económica argentina haya entrado en default”, dice el analista
Ezequiel Tambornini. Aunque sigue cotizando a valores históricos elevados, el poroto bajó 15% desde junio,
lo que pone en jaque la rentabilidad de los productores sojeros,
arrendatarios en su mayoría. “Los valores internacionales de los
commodities agropecuarios siguen deprimidos. Pese a que en un momento
subieron, la tendencia es negativa”, afirma el analista Alejandro
Ramírez.
En el sector, machacan con que los márgenes de rentabilidad de los distintos cultivos vienen flacos.
“En el caso del maíz, con un precio futuro abril 2015 a 140 US$/ton, el
cultivo es medianamente rentable en zona núcleo, en campo propio y con
un rinde de 12.000 kg/ha, arrojando un margen bruto de 400 US$/ha, a lo
que hay que descontar los gastos de estructura. En el resto de las zonas
productivas, Sudeste y Oeste de Buenos Aires, Centro y Norte de Córdoba
y NEA-NOA, el margen bruto del cultivo está entre 15-40 US$/ha. Si le
descontamos los gastos de estructura, el maíz termina con resultados negativos en todos los casos
”, afirma Pablo Adreani, de AGRIPAC. “En soja, con un precio futuro de
267 US$/ton, el margen bruto da negativo en todo el NEA y NOA, pero esto
no implica que el productor va a reducir superficie de siembra; por el
contrario, la baja en la siembra de maíz terminará incrementando la
superficie de soja, arrojando un nuevo récord para 2015 ”, vaticina.
Para
Ambrosetti, este escenario “consolida un uso menor de tecnología,
afectando la productividad”. Y “a medida que nos alejamos de los
puertos, las pérdidas son mayores. Así, se retrae la frontera productiva
y las economías regionales pierden la posibilidad de diversificar su
producción”, dice.
Una buena es que, en las zonas productoras, el clima jugaría a favor.
“Es posible que se instale un fenómeno Niño de intensidad débil a
moderada, lo que favorecería el buen desarrollo de la fina y condiciones
muy buenas para la siembra gruesa de la campaña 2014/2015”, afirma
Eduardo Sierra, especialista en Agroclimatología. No descartó la
posibilidad de una primavera con sequías y heladas tardías. “Un
escenario Niño es el mejor para la producción agrícola nacional, ya que
un buen patrón de lluvias permite un gran desarrollo de los cultivos de
soja, maíz y girasol”, subraya el Doctor en Ciencias Meteorológicas,
José Luis Aiello.
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