martes, 10 de febrero de 2015

Trabajadores de la salud debatieron estrategias contra la violencia y la conflictividad

El Ministerio de Salud organizó una extensa jornada de debates cuyo eje fundamental fue reflexionar y pensar estrategias de acciones a los fines de planificar la reducción de la conflictividad y la violencia institucional en los hospitales y centros de salud del sur santafesino.

Las actividades se llevaron a cabo en los hospitales de Venado Tuerto, Firmat y el SAMCo de Pueblo Esther. Las mismas contaron con presencia y asesoramiento de los expertos en materia de resolución de conflictos y mediación, Alejandro Nató y Nilda Santoro de Hernández, quienes estuvieron acompañados por los coordinadores de Salud del Nodo Venado Tuerto, Armando Allanak, José Escalante y Gastón Dulcich; Marcela Romero, miembro del gabinete del Ministerio de Salud; y la secretaria de Salud de Firmat, Marta Vilar, entre otros.

El primer taller tuvo lugar en el salón de conferencias del hospital “Alejandro Gutiérrez” de Venado Tuerto con más de 50 asistentes. La introducción la realizó Santoro quien destacó el espacio creado por el gobierno provincial con el fin de hallar acuerdos y resignificar las actividades cotidianas de la comunidad hospitalaria, a la que destacó “por la constante búsqueda de involucrarse en pos de jerarquizar la salud pública”.

Nató, explicó que se trata de alcanzar “entre todos un diagnóstico de situación”. Al abrir el debate propuso entender inicialmente que “la violencia y los conflictos interpersonales no tienen una única manera de poder abordarlos, “el origen es complejo y multicausal”.

Seguidamente se sucedieron distintas expresiones e inquietudes de manera abierta, relatándose historias que son las conforman el contexto de las vivencias que caracterizan muchos de los riesgos y particularidades que se presentan como problemática de la región.

El personal médico del hospital venadense opinó que ante lo complejo del tema debemos “aprender a cuidarnos mejor entre compañeros, e involucrarnos de lo que pasa en otras áreas del hospital”, abogando por más “capacitación al personal de salud, reflexionar sobre las conductas individuales, y fortalecer los lazos personales”, porque el problema del presente “pasa por lo educativo y cuanto todo parece desbordarse es cuando más tranquilos debemos estar para resolver mejor”.

El siguiente taller se concretó en el hospital “General San Martín” de Firmat del que tomaron parte autoridades locales y más de 40 trabajadores sanitarios de los distintos sectores del efector.

Allí se refirieron a lo ocurrido días atrás cuando un hombre se manifestó con signos de violencia agrediendo al personal interviniente. La directora de la institución consideró como “muy significativo que el propio personal haya elaborado rápidamente estrategias de seguridad para dar continuidad al trabajo y garantizar la salud de nuestra gente ante acontecimiento tan difíciles. Haber transformado ese hecho negativo, en algo tan positivo es un gesto de fortaleza para la institución, que me enorgullece”, afirmó Estela Zanotti.

Nató destacó que los enfoques expresados “evidencian realidades que atraviesan todo el campo social”, y mostró su satisfacción “al verlos encarar a la violencia y las conflictividades abordándolas desde la intersectorialidad y el diálogo abierto”. 


En relación a las acciones violentas que se presentan, el especialista expresó que para afrontar esta problemática “será necesario minimizar los riesgos de una violencia que en nuestra sociedad es estructural, como sucede con la pobreza, y maximizar la mayor cuota de convivencia a fin de brindar el mejor trato a la gente y con una asistencia correcta garantizar el cumplimiento del derecho a la salud de todos”.

Los hospitales deben ser “lugares abiertos, de apropiaciones permanentes y servir para un vínculo relacional sin fricciones", aseguró, y agregó que "la violencia cultural que vivimos también se evidencia en los efectores de salud, en donde para poder superarlo se debe impulsar permanentemente el reconocimiento y respeto recíproco".

Nató señaló que la salida a la problemática abordada “no pasa por elaborar un protocolo único y estandarizado de acción. Sería absurdo porque las violencias estructurales son consecuencias de otras violencias y todas deben ser trabajadas con mucha conciencia”.

Finalmente, recordó que “este programa propone minimizar los riesgos en los lugares de trabajo para garantizar tranquilidad a los trabajadores y, especialmente, mejorar la labor cotidiana a través del diálogo permanente entre los trabajadores para construir entre todos un dispositivo que sirva al cuidado integral, medida que redundará en mejores tratos interpersonales, mayor seguridad y en la excelencia en la atención al paciente”.-

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